Llegada al aeropuerto de Vilna y recogida de tu coche de alquiler (no incluido en el paquete de precios). Vista de Vilna: recorrido a pie con un guía local privado de habla hispana. Vilna se encuentra en el sureste del país, a unas pocas docenas de kilómetros de Bielorrusia, junto al río Néris en medio de pequeñas colinas. Si Tallin es, sin duda, la más pintoresca de las tres ciudades, Riga la más urbana, Vilna es la más viva. Sus habitantes son generalmente más cálidos, menos reservados y hay un ambiente internacional debido a la influencia de la diáspora lituana y la apertura que la ciudad siempre ha mostrado hacia Europa Central y el mundo exterior. Explora el casco antiguo barroco y piérdete por sus calles empedradas. Puedes visitar el Palacio del Gran Duque, la Iglesia de Santa Ana y el exterior clásico de la gigantesca Catedral de Vilna. Las “Puertas del Amanecer” se construyeron en 1503 y son las únicas puertas sobrevivientes de las primeras cinco puertas originales de la ciudad y uno de los santuarios más visitados que también son venerados por los representantes de otros credos. No dejes de probar los sabores salados de Lituania, como el cepelinai, un sabroso plato de patatas, sopa y albóndigas. La autoproclamada "República" de Užupis es el distrito bohemio y artístico de Vilna, y también es un lugar para exhibiciones, conciertos y veladas de poesía. Alojamiento.